Hola a todos, hoy voy a volver a hablaros de una película Disney, y no va a ser la única, pues dentro de poco traigo otra de Disney. Hoy traigo una película que está muy bien ambientada y con una historia muy romántica, en la que la riqueza y la pobreza se unen de una forma mágica. Hoy traigo ALADDÍN, una película de animación del año 1992, dirigida por John Musker y Ron Clements, quienes anteriormente dirigieron La sirenita. La película, es una adaptación de el cuento Aladino y la lámpara magica, el cuál aparecía en Las mil y una noches. La película comienza con un mercadero montado en burro, que va por el desierto hasta llegar a Arabia, donde monta su tienda ambulante, llena de trastos inservibles, ninguno sirve, excepto por una lámpara mágica. Entonces el mercadero empieza a contarnos una historia sobre el origen de esa lámpara. Nos habla de un hombre, un hombre con figura alta y delgada, a su lado, hay un hombre pequeño y ancho que le da la mitad de un broche, el hombre alto junta las dos mitades. Entonces el broche vuela y cae en una duna del desierto. La duna crece y se forma la figura de la cabeza de un león con la boca abierta, desde dentro de la boca sale una luz dorada. El hombre alto le dice al pequeño que vaya a por la lámpara, y cuando este entra a la boca, la boca se cierra, quedándose dentro. La cabeza le dice al hombre alto, que sólo un hombre que sea un diamante en bruto podrá entrar. Es entonces cuando conocemos a Aladdin, un joven que no tiene dinero, y cada día sale al mercadillo para robar algo de comer, junto a él le acompaña su mono Abú. Tras robar una barra de pan, Aladdin y Abú se disponen a comer, cuando ven a dos hermanos pequeños, buscando comida entre la basura, entonces le dan el pan a ellos. Entonces, mientras pasean por Agrabah, se enteran de que el sultán está buscando un príncipe para su hija Jasmine. Pero Jasmine no quiere a ningún príncipe que solo busque el dinero, ella si se casa es por amor. Será entonces cuando Jasmine se escapará de Palacio, para dar un paseo por Agrabah. Cuando ve a un niño pequeño que no tiene dinero para una manzana, ella le da la manzana, y al momento es sorprendida por el vendedor, quien la confunde por una ladrona y quiere cortarle una mano. Entonces aparece Aladdin para rescatarla. El chico la lleva a su casa, donde hablan de su forma de vivir. En Palacio, el sultán recibe la opinión de Jafar, su consejero. Jafar, es el mismo hombre alto que buscaba al diamante en bruto que entrase en la boca del león, conocida por La cueva de las maravillas. Para encontrarlo, utiliza su magia para que la imagen del chico le aparezca, y ese chico es Aladdin. Para atraparlo, llama a los guardianes, para que lo sentencien a muerte. Los guardianes aparecen en casa de Aladdin con la intención de llevárselo a las mazmorras, Jasmine destapa su rostro para impedir el encarcelamiento, pero ésta es llevada a Palacio, y Aladdin a la cárcel. Una vez en la cárcel, aparece Jafar disfrazado de viejo, diciéndole al chico que será rico si va a una cueva y trae una lámpara. Aladdin hace lo que le dice el viejo y entra a la cueva de las maravillas, siendo advertido por el león de que no debe tocar nada excepto la lámpara. Allí Aladdin y Abú conocerán a la alfombra mágica, capaz de volar. Pero un descuido hará de Abú hará que la cueva se cierre. Por suerte Aladdin consigue la lámpara, la cuál al frotarla aparece un genio que puede conceder tres únicos deseos, con tres limitaciones, que no puede matar a nadie, no puede volver la vida a un muerto, y no puede enamorar. Y así será como la vida de Aladdin cambie para poder conquistar a Jasmine y acabar con Jafar, el cuál intentará por todos los medios ser un brujo más poderoso que el propio genio de la lámpara.
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