Se trata de Lars Von Trier, un director danés, con el que hice el intento fallido de ver Anticristo, pero no la vi entera, ni siquiera la mitad, pero ayer por fin me vi una película de este extraño director, que para algunos es poco conocido, pero creo que está más loco que Stanley Kubrick, y eso me lo ha demostrado con DOGVILLE.
Dogville es una película del año 2003, protagonizada por Nicole Kidman, de la que hablaré en la próxima entrada sobre la película Eyes Wide Shut.
Kidman tiene el papel principal, aunque también hay otros actores como la fallecida Lauren Bacall, o Paul Bettani.
La película, es para MAYORES DE EDAD, así que intentare no hablar de esas escenas, pero NO ES APTA PARA MENORES.
La película, es muy rara, y sobre todo para mí, que soy nuevo en este director.
Pensar en un teatro, pero vosotros no veis la actuación desde los asientos, sino que Lars no mete dentro de la historia, como si fuésemos parte de ella y estuviésemos con los personajes.
Creo que esa fue la principal característica que quería resaltar, que toda la película es un teatro, pero el plató fuerte es el decorado, pues no está rodada en exteriores, y eso que se trata de un pueblo, está rodada en un estudio, cosa que se ha echo en muchas películas, pero Lars no nos enseña el estudio, sino que nos está enseñando es un teatro, toda la película es un teatro.
La película, se centra en un pueblo, solamente el pueblo, no hay paredes, ni ventanas ni puertas.
Lo que hace este director, es dibujar las paredes de una casa en el suelo, en vez de haber un árbol, hay un círculo, y las puertas se abren y se cierran girando un pomo imaginario.
No hay paredes, pero ninguno puede ver más allá de esas cuatro paredes imaginarias. Por lo demás, todo es correcto, son 15 vecinos que viven aislados en un pueblo entre montañas, no tienen mucho dinero, y nada para llevarse a la boca.
Una noche, el tranquilo pueblo recibirá la visita de una joven llamada Grace a la que unos gánster le están persiguiendo.
Ella se esconde entre las casas buscando algo que comer, cuando ve a un perro con un hueso en el plato, ella coge el hueso para no morirse de hambre.
Pero se siente observada por la mirada de un joven llamado Tom, quien se ofrece a darle una cama hasta que los que le persiguen se vayan.
A la mañana siguiente, Grace se presenta a los habitantes del pueblo, quienes les dan dos semanas para decidir si se merece estar entre ellos o no (recordad que era un pueblo aislado entre las montañas, y no solían tener visitas).
En esas dos semanas, Grace se irá ganando la confianza de los 15 vecinos, ayudándolos en sus defectos y apoyándole una hora diaria a cada uno.
Al pasar las dos semanas, los vecinos se reúnen y aceptan su presencia y le dan un hogar en el viejo molino.
Las cosas van bien, por el pueblo, Grace se empieza a ganar un dinero que lo gasta en completar una colección de siete figuras que llevaban muchos años en la estantería de la tienda del pueblo.
Pero con la llegada de los gánster al pueblo, los vecinos empiezan a asustarse por la presencia de la acusada de "ladrona". Tom habla con el pueblo, y llegan a la conclusión de que van a esconderla si ella trabaja el doble de horas.
Ella acepta, pues nunca se habla de lo que había echo antes, se guarda el secreto hasta el final. Bueno, pues los vecinos se vuelven más crueles con ella, y será con una recompensa por encontrar a Grace, lo que hará que los vecinos pierdan el control, y empiezan a abusar de ella, llevándola al límite. Le cuelgan una campanas al cuello y tiene que arrastrar una pesada rueda de hierro cada vez que va a trabajar.
Hasta el mejor apoyo de Grace, Tom, empieza a estar más alejado. Pero será con la llegada de los gánster, cuando Grace haga su intensa venganza. Es una película muy rara, pero muy recomendable porque no me gustaba al principio, pero al final me ha encantado.
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